viernes, marzo 19, 2010

LA PETITE TRANSGRESSION






Nada mejor, ¡oh, santo hombre!, que unirse simplemente a Él.
Desde el día en que hallé a mi Dios, los juegos de nuestro amor ya no han cesado. No cierro los ojos, no tapo mis oídos,
no mortifico mi cuerpo.
Miro con los ojos muy abiertos, sonrío, y por doquiera contemplo Su hermosura. Murmuro su nombre, y todo cuanto veo me habla de Él.
Todos mis actos constituyen un culto que rindo a mi Dios.
La aurora y el crepúsculo me parecen iguales.
Las contradicciones ya no existen para mí. Por doquiera que voy, en Él me afano.
Todo cuanto hago lo hago en Su servicio. Al acostarme me prosterno a Sus pies. Sólo Él es adorable a mis ojos; no conozco otro.
De mi boca ya no salen palabras impuras. Día y noche canto Sus alabanzas.
De pie o sentado, no puedo olvidarlo, porque el ritmo de Su canción lo llevo en mis oídos.

Kabir
dice:
Un gozo frenético abrasa mi corazón y descubre todos los misterios ocultos en mi alma. Estoy sumergido en una inmensa felicidad que supera toda alegría y todo dolor.



Música: Manuel Imán (Tell Me How)

4 comentarios:

  1. me aburre la transgresión como hilo de comunicación...

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  2. @Con la cantidad de cosas que tenemos en común, me sorprende que en este terreno tengamos divergencias.
    Casi todo lo importante que he conseguido en mi vida ha sido transgrediendo las normas.

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  3. Mil gracias! Blanca de las mil gracias!
    Haz hecho mi día luminoso con Kabir,
    con Iman,con el Guggy de Bilbao y La
    petite transgression.
    Estamos en sincronización!

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