Yo ya sé que hay mucha gente, entre ellas mi hija Beatriz sin ir mas lejos, que, en cuanto ve que he posteado un video relacionado con Prem Rawat, pasa olimpicamente, lo cual no me impide dedicarme en cuerpo y alma a lo único realmente importante que he encontrado en este planeta tras haber buscado desesperadamente la fuente de la felicidad, incluso arriesgando mi vida y sin parar hasta hallarla.
Como el ciervo que huele algo que le embelesa y sale corriendo como un loco para volverlo a oler, hasta que, agotado, al final de los dias, cansado de correr, se para, descansa, y realiza que ese olor estaba dentro de él.
Así me pasó a mi.
Horrorizada de todo lo que la vida me mostraba me puse a experimentar con todo lo que pudiera satisfacerme y no lo conseguí, hasta que, rendida, maltrecha, hecha un trapo roto y sucio, pedí, pedí con humildad y se me reveló.
Me acerqué al Maestro y volví a la vida real, vivida desde mi verdadero ser.
Mi agradecimiento es constante, me he convertido en agradecimiento, mi vida es una línea recta escrita con la palabra gracias.
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