domingo, enero 22, 2012

AUTOBIOGRAPHY ON CARDBOARD 13












Cuando empecé a trabajar sobre mi autobiografía, lo hice siguiendo el impulso de mi intuición.
No recuerdo haber pensado en qué tipo de proceso derivarían mis cartones, ya que tienen múltiples posibilidades.
Añadamos a eso el hecho de que mi blog es totalmente autobiográfico, incluso coincide con mi entorno y los sucesos del mundo.
Reconozco que mi vida y mi obra siempre han ido paralelas, quizás incluso mis proyectos iban por delante de mi propia vida.

Con estos cartones autobiográficos tan íntimos y personales estoy haciendo objetos dadá, enfocándome sobretodo en libros de artista.

Trabajar mucho todos los días hace que la obra y las ideas estén en plena ebullición y el resultado evidentemente cunde.

Ayer no salí de mi estudio en todo el día y el hecho de trabajar sin interrupciones es como viajar.
Empiezo por la mañana acariciando una idea y cuando me retiro por la noche, observo casi de repente que esa idea se ha materializado y que mi libro de artista con un par de sesiones estará listo para la encuadernación.

En mi trabajo no existe el tiempo ni el espacio.
Los límites no existen.
Si me preguntaran ¿cuanto tiempo has tardado en hacer esa pieza?
La respuesta sería: Toda mi vida.
¿Donde has conseguido los materiales?
En todo el mundo
¿como se te ha ocurrido hacerlo así?
Las musas de la inspiración han llevado las riendas del proceso.

Dadá es libertad.
El libro de artista no se rige por normas.
Yo hago lo que me pide la obra empezada: es preciso mantener un dialogo constante para que todo siga su curso con fluidez y si me equivoco no pasa nada, vuelta a empezar, es parte del viaje.

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