lunes, junio 04, 2012

LOS BELTZAS EN EL 89













Así vivíamos en Bizkaia en aquellos tiempos y durante años, día tras día, bomba tras bomba, altercados, manifas, casas destruidas, ejecuciones...

A mi hermano le destruyó media casa una bomba que estaba destinada a un casa cercana.

Cuando pusieron la bomba al coche de Pilar Aresti, yo estaba en la terraza de mi casa que está mas arriba y creí que me moría, tal era el estruendo y la que pusieron en la calle Amann, debajo de mi casa, me dejó paralizada.

Era duro vivir así.
A veces venían coleccionistas de arte a ver y comprar mis cuadros y traían dos escoltas por concejal o parlamentario (les dejaban en el portal).

Una compañera de clase de yoga, joven, guapa y juez en Elgoibar, temblaba a pesar de llevar escoltas.

Cuando quedaba con Fernando Maura para tomar algo, porque a pesar de que nuestras ideologías políticas difieren la amistad perdura, no olvidemos su faceta de poeta, teníamos que quedar con tres días de antelación para que él pudiera organizarse con los escoltas.

Han sido tiempos duros y muy difíciles.

Yo no discrimino, lo cual significa que tengo amigos de todo tipo: raza, idiosincrasia, cultura, profesión, edad... pero llegó un momento en que mi hijo pequeño me pidió con suavidad que por favor no saliera con gente armada y así lo hice, comprendí que era acechar el peligro.

Dos hermanos muertos a tiros es un motivo mas que suficiente para no poder resistir la idea de que todavía existan las armas: las detesto con toda mi alma.

No puedo soportar la violencia, lucho por la paz dia y noche y seguiré apoyando a Prem Rawat y su mensaje de paz hasta que vivamos en armonía dialogando y respetándonos como seres humanos que viajamos en el mismo barco.

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