domingo, agosto 12, 2012

Giuseppe Penone













Giuseppe Penone



La atracción que mi alma siente hacia la naturaleza se confunde a veces con la que siento hacia el arte y se entrelazan y a veces se confunden.

Cuando veo una tela de araña y la destreza con la que ha sido bordada, pienso en su belleza y en el propósito de atrapar insectos lo cual la convierte en un verdadero instrumento de supervivencia.

Yo he vivido en el campo y fui muy feliz, pero mi base burguesa bilbaína me atrapa, la comodidad de tener un cuarto de baño, agua caliente, calefacción, electrodomésticos, el bareto de la esquina y la parada del metro al ladito de mi casa, me reconfortan.

No quita que el campo, mis bosques privados, mis amigos árboles, el olor a estiércol, el canto de los pájaros, el paso de las estaciones con los cambios de color, estirar la mano y coger un higo y comerlo directamente del árbol, los arroyuelos cantarines formando sonidos zen, la música que se escucha al amanecer cuando todo está virgen... me purifica y me eleva.

Entre los artistas existen múltiples y diferentes acercamientos y opiniones sobre arte y naturaleza.
Todos son interesantes, productos de sensaciones y reflexiones.

Yo intento disfrutar de todo sin utilizar demasiado la cabeza, prefiero escuchar a mi corazón y disfrutar.



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