miércoles, septiembre 26, 2012

IKEBANA VASCO












Como me atrae tanto el modo de hacer de los japoneses, a veces me he acercado al Ikebana, pero sentía que no era mi estilo; yo lo considero un método mas que un arte porque todo está medido y condicionado a la representación simbólica.

Desde que descubrí los tarritos de Kaiku y empecé a tomarlos en contra de mis ideas (estoy en contra de los lácteos), los iba guardando porque me parecían tan monos que pensé que algún día haría algo con ellos.

Todavía no he hecho nada definitivo pero poco a poco los iba llenando de flores con la intención de hacer una pequeña instalación.

Me cuesta tanto cortar el tallo de las flores que eso retrasa mi trabajo pero ayer quise mostraros el boceto de la idea aunque esté en embrión.
Para meterme en la mentalidad japonesa me maquillé la cara de blanco pero no sé si conseguí mi objetivo...

Tampoco me convence la base.

Suelo tardar bastante hasta que se juntan todos los elementos para poder hacer una pieza, por sencilla que sea.
Además, si realmente realizo el Ikebana Vasco bien pegado y sujeto, tendré que  meterlo en una caja transparente para que pueda contemplarse sin que le entre el polvo.

Resumiendo, el arte que yo realizo siempre está pendiente de que los elementos necesarios se materialicen ante mi, no se trata de ir a una tiendo y comprar un kilo de algo, puesto que ni siquiera yo sé lo que voy a necesitar; dependo de las causalidades de la vida.

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