martes, noviembre 20, 2012

ME CASO CON UN JEQUE










Ultimamente me he aficionado al cine coreano y veo verdaderas joyas.
Ya desde que vi Hierro 3 de Kim Ki Duk, me quedé fascinada y he seguido la obra de este joven director a quien en su pais no respetan demasiado con un interés muy especial.

Mi relación con Corea empezó con él y mas tarde tuve la fortuna de conocer a una familia coreana que vive en Castro_Urdiales, cuyo padre es acupuntor. Se llama Lee (en realidad Lee es el apellido pero en esa zona de Asia se pone primero el apellido y luego el nombre).
Hizo un buen trabajo en mi fémur clavándome agujas en las manos (consiguió que se soldara)
y también nos hicimos amigos, ya que teníamos varias cosas en común.

Su joven hija Harang Lee que es española, campeona de Europa de golf en su modalidad  y como ya todos sabeis mis hijos mayores son maestros de golf, y justo Beatriz imparte clases en el centro cuyo dueño es el profesor de Harang, así que aunque yo ya no vaya a Castro, la relación sigue.
También entablé una relación con la mujer de Lee y pude comprobar que me gustaba la cultura coreana.
Reconozco que aunque he viajado mucho, lo que me contaban sobre Seoul me impresionaba ya que nunca he estado en una ciudad en donde todo esté abierto 24 horas al día, centros comerciales incluidos, coches, ruidos, música, discotecas, tiendas, luz, vida......

Pues bien, siguiendo con Kim Ki Duk, ayer vi otra película que me tocó profundamente: La Isla.



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